¿Qué es lo que nos hace fuertes?
¿La constancia, la ilusión?
La inercia de un eterno levantarse tras cada caída?
Quiero saber la clave,
estudiarla si hace falta,
dejar de estar presa de las sensaciones,
la debilidad, la inseguridad.
Soy arrastrada por una vorágine que no me deja ser yo,
sólo me aplasta,
me absorbe y desaparezco,
sin saber a dónde voy entonces.
Qué decepción para mi lucha,
qué desesperación para la búsqueda,
no poder ser, no entender.
Tendré que achacarme una enfermedad,
pensar que un tornado atraviesa mi alma y esperar, sin más,
a que pase.
Me avergüenza este derrumbamiento,
esta inconfesable pobreza de espíritu.
Sin mirarlo de frente, no soy nada,
cobardía.
Si le doy realidad, lo nombro, lo alojo en mi,
cáncer.
Y es que necesito vomitarlo en silencio,
gritarlo en soledad.
Para dejar que se vaya, como vino.
Aquí queda su eco mortecino.
¿La constancia, la ilusión?
La inercia de un eterno levantarse tras cada caída?
Quiero saber la clave,
estudiarla si hace falta,
dejar de estar presa de las sensaciones,
la debilidad, la inseguridad.
Soy arrastrada por una vorágine que no me deja ser yo,
sólo me aplasta,
me absorbe y desaparezco,
sin saber a dónde voy entonces.
Qué decepción para mi lucha,
qué desesperación para la búsqueda,
no poder ser, no entender.
Tendré que achacarme una enfermedad,
pensar que un tornado atraviesa mi alma y esperar, sin más,
a que pase.
Me avergüenza este derrumbamiento,
esta inconfesable pobreza de espíritu.
Sin mirarlo de frente, no soy nada,
cobardía.
Si le doy realidad, lo nombro, lo alojo en mi,
cáncer.
Y es que necesito vomitarlo en silencio,
gritarlo en soledad.
Para dejar que se vaya, como vino.
Aquí queda su eco mortecino.