martes, 26 de mayo de 2015

Fuga

Veloz transcurre la vida
mientras el tiempo
insiste en su contradicción de no detenerse
de no escuchar más
que el soplo del viento
recogiendo las hojas caídas del árbol,
nacidas la última primavera.
En esa cíclica rebelión de lo caduco,
me espanto de lo fugaz,
me detengo en las sombras de lo extinguido
que permanece, ausente,
en la rotunda existencia del recuerdo,
dolido, extraviado,
en la certeza absoluta de lo vivido,
en su felicidad,
marchito.

Ígneo

Corazones en vela
iluminan la noche
aguardando candentes
derretir la penumbra
las palabras sin voz arden lejanas
silencioso incendio de tu espera

Realidad

Ahora,
que has pasado como un torbellino,
revolviéndolo todo de esperanza y deseo,
me detengo en las cosas para apreciarlas,
el último rayo de luz en los ribetes dorados del tapiz,
el alboroto de los pájaros sobrevolando los árboles,
los motores de los coches, la canción de la radio, un claxon
una niña llamando a su madre,
el eco lejano de la tarde,
extinguiéndose.
                                                                                                            1-7-14

martes, 10 de febrero de 2015

Instante


¿Qué hay de la tristeza?
¿de su inutilidad?
¿Y qué?
Si me deja varada en una playa desierta por donde pasará jamás nadie.
¿Y qué?
Si algo me llama a esa orilla desolada en la que gemir por un instante,
lamentar la pérdida o la existencia,
morir a ratos, desesperarme, apagar.
Necesito inactividad, sinsentido.
No siempre soy buena, ni quiero serlo.
La maldad o la desgana también forman parte de la carrera
en la marcha atrás hacia lo inevitable, el principio.
Quietud, soledad, presencia.
La ola en lo más álgido, 
rugiendo imperiosa en la cúspide,
antes de caer entregada hacia la orilla,
se mantiene un segundo,
en silenciosa y absoluta calma,
en un instante eterno.
28/04/13

Ahora


Inapresables se van los momentos.
Llegan,
envolviéndolo todo de siempre.
Te dejan,
con el ladrido ausente de la fugacidad.

20-8-14

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Humo

No te marches.
Dejando tu rastro de recuerdos incandescentes.
Marcando la hora exacta desde la que volver a contar el tiempo,
renombrando todo lo conocido.
No te vayas.
No me dejes imaginarte, 
confundirte con el olvido o peor aún, 
soñarte.
No me hagas buscarte en los ojos del desconocido.
Quédate, 
aunque desaparezca 
la posibilidad remota de tenerte.

martes, 27 de abril de 2010

A veces vengo


A veces vengo en silencio y me siento un rato,

y escribo.

A veces pasan horas o días,

a veces han pasado años sin una sola palabra,

y cuando vengo reflexiono, observo,

pero callo esa mirada sobre el mundo,

que se esfuma en la noche y me olvido,

de venir a pensarme,

de pronunciarme en voz alta,

de elegir vestido para esta función.

Otras veces vengo y digo a manos llenas,

me oigo en pleno grito

y soy capaz

de hacer de una idea una forma que esté presente.

        (De 18-11-09)