Ahora,
que has pasado como un
torbellino,
revolviéndolo todo de
esperanza y deseo,
me detengo en las cosas para
apreciarlas,
el último rayo de luz en
los ribetes dorados del tapiz,
el alboroto de los pájaros
sobrevolando los árboles,
los motores de los coches, la
canción de la radio, un claxon
una niña llamando a su
madre,
el eco lejano de la tarde,
extinguiéndose.
1-7-14
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